Esta crisis la ha creado la avaricia, no los trabajadores

"Esta crisis la ha creado la avaricia, no los trabajadores"; así se ha manifestado el Presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, en el acto en el que he tenido la oportunidad de estar en el día de hoy con más de 1.300 alcaldes y concejales, aprovechando los 8.000 millones del Fondo Estatal de Inversión Local del Plan E de Zapatero, que servirán para poner en marcha más de 30.000 proyectos urbanísticos de pequeña y mediana entidad que generarán más de 400.000 empleos.

Si algo está en crisis son las políticas más neoconservadoras que predican dejar al mercado actuar al "libre albedrío", porque han sido la causa principal de la situación actual.

Algunos de estos sesudos analistas que nada advirtieron ante la crisis financiera internacional, que se ha trasladado a la economía real, creando paro e incertidumbre; ahora se vestirán, de nuevo, de "analistas inmaculados" para seguir asesorando (y ganando miles de euros), con sofisticados gráficos, a algunos empresarios, mostrándoles el "abaratamiento del despido y el recorte de los derechos de los trabajadores" como una salida a la crisis.

Esta sería la peor de las opciones, por varios motivos. Primero, es necesario cualificar y formar a los trabajadores para crear valor añadido y competir mejor, sin una plantilla laboral motivada y estable esto no es posible; segundo: sin una clase medida con ahorros y capacidad adquisitiva no se incentiva la confianza y el mercado, problema que ha creado, tras la incertidumbre financiera, la crisis.

Sí la causa de la crisis es la avaricia, la salida a la crisis debe econtrarse en las antípodas: más regulación, más control, más solidaridad, más derechos, más formación para fomentar la innovación y mayor valor añadido en los productos producidos.

Si se fomentaran los despidos más baratos y la precariedad laboral se iría en dirección contraria a la estabilidad necesaria en la empresa para lograr el objetivo de esta cualificación. El Presidente del Gobierno ha sido claro al oponerse a esta vía.

Además esta crisis es una crisis mundial que ha paralizado el consumo, reducir salarios no conduce nada más que al empobrecimiento de la clase media mermando su capacidad adquisitiva y por tanto invalidando la posibilidad de reactivar el mercado.

Por eso el Presidente ha sido claro: " A los empresarios que piden el despido libre les digo ¡que no!, ¡que no!". El presidente insistió en su deseo de trabajar con empresarios y sindicatos en el diálogo social con las empresas que estén dispuestas a generar empleo e innovación.

En el plan de empleo municipal el conjunto de Administraciones ha dado un ejemplo práctico del uso de las nuevas tecnologías ya que toda la tramitación ha sido telemática, ágil, eficaz y además ecológica.

Hay que atender el desempleo inmediato y el plan municipal de inversiones es lo mejor que se podía hacer.

Nadie anticipó la crisis, tampoco los sesudos analistas que ahora se presentan como "gurús de la nada". Ahora todo tendrá que revisarse, incluso los programas electorales y las posibles las reivindicaciones sectoriales, para preguntarse, como John F. Kennedy decía: "NO PREGUNTES QUE PUEDE HACER TU PAÍS POR TI, PREGUNTA QUE PUEDES HACER TÚ POR TU PAÍS".

Habrá que estar atentos, hay sectores "aprovechados" que siguen pensando "a río revuelto, ganancia de pescadores".

El Presidente ya ha dicho, como ha quedado reflejado, que en ningún caso se van a recortar derechos y abaratar el despido, los empresarios de verdad sabrán estar a la altura de las circunstancias, porque la cualificación, la estabilidad laboral y la innovación son la salida a la crisis.