martes, 9 de junio de 2009

Respuesta del Presidente del Gobierno sobre central nuclear de Santa María de Garoña


DE D. PÍO GARCÍA-ESCUDERO MÁRQUEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL SENADO, SOBRE LAS PREVISIONES DEL GOBIERNO SOBRE EL FUTURO DE LA CENTRAL NUCLEAR DE SANTA MARÍA DE GAROÑA, EN BURGOS. (S.680/000407)

El señor PRESIDENTE: Pregunta del senador García-Escudero. Tiene la palabra su señoría.

El señor GARCÍA-ESCUDERO MÁRQUEZ: Muchas gracias, señor presidente. Señorías, buenas tardes.
Señor Rodríguez Zapatero, ¡dichosos los ojos que le ven! Usted no va a hacer hoy una valoración de las elecciones pero yo sí la voy a hacer porque no se entendería de otra manera cuando solo han pasado 48 horas. (Rumores.)

El señor PRESIDENTE: Señorías, silencio, por favor.

El señor GARCÍA-ESCUDERO MÁRQUEZ: Y voy a hablar largo y tendido de mi pregunta.
Señor Zapatero, el resultado del otro día demuestra que usted ha perdido la confianza de los españoles. Se lo he dicho en muchas ocasiones pero se ha constatado el otro día. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el Senado.) Y la pérdida de más de 7 puntos respecto del Partido Popular desde las últimas elecciones generales hace poco más de un año es la factura que ha tenido que pagar porque usted engañaba entonces diciendo que íbamos al pleno empleo y que no había crisis en España (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el Senado.- Rumores.)

El señor PRESIDENTE: Señorías, silencio, por favor.

El señor GARCÍA-ESCUDERO MÁRQUEZ: Su mala gestión de la crisis; los más de cuatro millones de parados; el cierre de miles de empresas; el aumento desaforado del gasto público le han hecho perder las elecciones. Y no vale decir –y ya se lo han dicho- que en estas elecciones se ha aprovechado para castigar en toda Europa a los gobiernos por culpa de la crisis económica. En Alemania y en Francia, donde gobierna el centro derecha, no ha sido así; en Gran Bretaña, en Portugal y en España, donde gobiernan los socialistas, sí ha sido así; y reconózcame usted que el socialismo ha fracasado el domingo pasado en toda Europa. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular e el Senado- Rumores.)

El señor PRESIDENTE: Señorías, silencio, por favor.

El señor GARCÍA-ESCUDERO MÁRQUEZ: Si yo fuera usted, señor Zapatero, haría un ejercicio de reflexión, haría un ejercicio de humildad. Reconocería el fracaso de su política económica y abordaría sin más tardar todo un proceso de reformas: de la educación; del mercado laboral; de la política fiscal; del sistema productivo; del modelo energético porque ese es el mensaje que le han transmitido a usted los españoles el pasado domingo, y ese es el mensaje que debería usted atender.
Porque ese es el mensaje que le han transmitido a usted los españoles el domingo pasado, y ese es el mensaje que usted debería atender.
Pero la vida sigue, señor Zapatero. Le he hablado del modelo energético, y usted sabe, como yo, que la energía es un elemento imprescindible para nuestro desarrollo económico; y usted sabe, como yo también, que hoy en España tenemos un modelo energético que no es perfecto y que tenemos un preocupante índice de dependencia exterior de un 81%, cuando la media europea es del 53%, y lo que importamos: petróleo, gas, carbón, además de caro es contaminante; y que, pese a la caída del último año, un 9,25% debido a la crisis económica, la demanda eléctrica ha crecido en España un 90% desde el año 1995, muy por encima del resto de Europa y, desde luego, muy por encima del crecimiento real de nuestra economía, y esto -y usted lo sabe o debería saberlo- perjudica peligrosamente nuestra competitividad.
España se enfrenta hoy a un triple reto energético crucial para nuestro futuro: primero, asegurar el suministro energético necesario para nuestras expectativas de crecimiento, reduciendo esa dependencia exterior tan grande que tenemos y fomentando fuentes propias; segundo, mejorar sustancialmente el ahorro y la eficiencia energética para favorecer nuestra competitividad; y, tercero, avanzar hacia un modelo energético sostenible en términos ambientales y económicos, es decir, diversificar, reducir las emisiones de CO2, y conseguir unos costes competitivos.
Señor Zapatero, la reforma del modelo energético es imprescindible para no estrangular nuestro desarrollo, y además puede servir para reactivar en parte nuestra economía, que hoy está sumida en una profunda crisis. Todo ello justificaría que todos los grupos políticos, los agentes sociales y económicos nos pongamos de acuerdo para definir, en el menor tiempo posible, cuál debe ser nuestro modelo energético para las próximas décadas. Con este motivo se está trabajando en el Congreso de los Diputados, a propuesta de nuestro grupo parlamentario y apoyado por toda la Cámara, en una subcomisión de estudios, porque nosotros, señor Zapatero, consideramos que ese es el camino correcto y que la ambigüedad, la indefinición o las simplificaciones ideológicas son las menos indicadas para abordar esta cuestión, y por eso no se entiende la ceremonia de confusión sobre el futuro de la central de Santa María de Garoña, a la que se están dedicando en su Gobierno y en su partido.
En los últimos días, destacados miembros de su partido se han pronunciado a favor del cierre de la central; en los últimos días, destacados miembros de su partido se han pronunciado a favor de la continuidad de la central. En el Congreso de los Diputados, su grupo parlamentario ha votado en contra del cierre, sin embargo, en el País Vasco, su partido está pidiendo el cierre de la central, y una fundación socialista acaba de evacuar un informe diciendo que quieren el cierre de todas las centrales nucleares. Eso no es serio, señor Zapatero. Estamos hablando de un sector estratégico y de un debate que exige un mínimo de rigor intelectual y no de discursos ideológicos trasnochados propios de los años setenta.
La cuestión debería ser si Garoña y el resto de las centrales que hay ahora mismo en funcionamiento reúnen o no las condiciones técnicas y de seguridad para seguir operando, y si el Consejo de Seguridad Nuclear ha dicho que Garoña sí las reúne, no se entiende que nadie coquetee con la posible idea de cerrarla; por ello, es tan importante, señor Zapatero, que hoy, usted aquí, como presidente del Gobierno, despeje dudas e incertidumbres, que aclare cuál va a ser el futuro de la central de Santa María de Garoña y que sea coherente, porque no tiene sentido que estemos importando energía de Francia, cuyo origen es nuclear en un 78%, y que la energía que estamos comprando se esté produciendo en una central nuclear que está a menos de cien kilómetros de los Pirineos. Por eso no se entiende, señor Zapatero, que lo que resulta que es bueno para Estados Unidos, para Gran Bretaña, para Alemania o para Francia, pueda ser malo para España. Actualmente, España se encuentra a la cola de Europa, en el cumplimiento de los compromisos de Kyoto, y sería muy difícil acercarnos a esos objetivos si hoy cerramos Garoña y en el futuro cerramos el resto de las centrales nucleares.
Señor Zapatero, ¿podríamos permitirnos el aumento de la factura de la luz aún más si cerramos unas centrales que en España están produciendo solamente el 18% de nuestra electricidad? En mi opinión, lo sensato sería abordar la cuestión con la óptica de los requisitos técnicos y de seguridad, en vez de hacer política fácil para la galería. Esta apuesta, señor Zapatero, es perfectamente compatible con las energías renovables; y esta apuesta, señor Zapatero, debe se realista y posible porque no podemos pedir a las renovables más de lo que nos pueden dar, y tan insostenible es despreciar lo verde como pretender teñirlo todo de verde.
La energía nuclear y las renovables son perfectamente compatibles, señor Zapatero; el resto son retóricas artificiales. Sin ir más lejos, su admirado Obama apuesta por las renovables, pero afirma a la vez que la energía nuclear es imprescindible, y prueba de ello es que acaba de autorizar la prolongación de la vida de dos centrales nucleares en situación exactamente igual a Santa María de Garoña.
Por eso, señor Zapatero, la decisión debe ser en qué condiciones estamos dispuestos a asumir lo nuclear, con un modelo energético viable y equilibrado, y anteponiendo las consideraciones globales y energéticas a los debates ideológicos, los datos objetivos a los clichés irracionales. Si es así, señor Zapatero, ahí nos va a encontrar para alcanzar un acuerdo de Estado y para abordar las reformas necesarias, porque está en juego nuestro desarrollo económico de los próximos 30 años y no podemos seguir retrasándolo.
Señor Zapatero, ¿va a cerrar usted la central de Santa María de Garoña? (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el Senado.)

El señor PRESIDENTE: Gracias, señoría.
Tiene la palabra el presidente del Gobierno.

El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Rodríguez Zapatero): Muchas gracias.
Señor García-Escudero, yo también me alegro de verle. (Risas.) De verle sentado donde está, no vaya a ser que las elecciones del domingo les creen un espejismo, pues lo único evidente es que ustedes siguen sentados donde están. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.) Lo digo para que tengamos las cosas claras.
Me sorprende que hable en un tono tan agrio de las elecciones que ustedes han ganado. Parece que ni cuando ganan están contentos (Risas.), lo cual me produce cierta perplejidad. La diferencia, señor García-Escudero –ya que ha sacado este tema-, es que sean cuales sean los resultados -no muy buenos, regulares o buenos- siempre los aceptamos muy bien. (Protestas en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el Senado.) No buscamos excusas en los rivales. Lo digo porque los antecedentes son notables. (Rumores.)

El señor PRESIDENTE: Silencio, señorías.

El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Rodríguez Zapatero): En todo caso, espero que disfruten de los resultados.
Señor presidente, en relación con la pregunta concreta, el Partido Socialista concurrió a las pasadas elecciones con un compromiso en relación con la energía: por un lado, asegurar la suficiencia del suministro, como es lógico, y, por otro, optar por un modelo energético basado en el ahorro, la protección ambiental y el fomento de las energías renovables y limpias. Este compromiso de fondo venía acompañado de otro igualmente claro en relación con la energía nuclear: el cierre ordenado de las centrales conforme fuesen cumpliendo su vida útil, siempre que quedase garantizada la suficiencia del suministro a los ciudadanos y a las empresas; así lo recoge el programa electoral del Partido Socialista con el que obtuvimos el respaldo mayoritario.
En relación con Garoña, en 2011 se cumple su ciclo de vida útil, los 40 años para los que fue diseñada. Este hecho abre paso a decidir sobre su futuro en los términos en que me he referido y así lo vamos a hacer. Esta es la posición del Partido Socialista y del Gobierno. Mi primer compromiso es cumplir, en este y en todos los casos, y siempre que sea posible, los compromisos adquiridos con los ciudadanos, pero también defiendo siempre que la democracia significa el respeto a los procedimientos; y para este caso existe un procedimiento previsto en nuestro ordenamiento jurídico. En materia nuclear, el Consejo de Seguridad Nuclear tiene encomendadas unas funciones para estos casos, funciones que ha cumplido durante los últimos días. Como bien sabrá, el pasado viernes el consejo remitió un informe sobre la central nuclear de Santa María de Garoña, informe que se pronuncia sobre la solicitud de renovación de la autorización de explotación de la central nuclear para el periodo 2009-2019; se ha pedido una prórroga de 10 años más. Una vez recibido, el Gobierno dispone de un mes para analizarlo y pronunciarse sobre él. El Gobierno ha comenzado ya ese análisis y se pronunciará motivadamente, como es lógico, en tiempo útil y sin demorar su decisión por ninguna razón ajena antes del 5 de julio, que es cuando legalmente nos corresponde hacerlo. Dicho pronunciamiento tendrá en cuenta las siguientes variables.
Ante todo, obviamente, la seguridad de la central nuclear, y más aun tratándose de una central de las llamadas de primera generación, que se empezó a construir en los años sesenta del pasado siglo. Habrá que atender, sin duda, a este respecto, las consideraciones técnicas del informe del Consejo de Seguridad Nuclear sobre el estado actual de la central y sobre las condiciones de una eventual renovación de su explotación.
Segundo, la seguridad del suministro energético teniendo en cuenta lo que Garoña aporta al conjunto del sistema eléctrico que, para que sus señorías lo conozcan, es exactamente el 1,4 % del total de la electricidad en nuestro país; por tanto, el objetivo de garantizar el suministro de energía eléctrica a los ciudadanos. Y, tercer criterio, el criterio general de apoyo a las llamadas energías limpias y menos costosas como alternativa a las centrales nucleares que concluyan su vida útil.
Con estos criterios, y respetando el procedimiento -que lógicamente hay que llevar adelante-, el Gobierno se pronunciará procurando, eso sí, mantener su compromiso electoral, su compromiso programático y de investidura, como acabo de referir.
Muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.)

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor presidente.

1 comentario:

alberto dijo...

Su señoría D. Pío García-Escudero parece que, o bién está desinformado, o bien miente en el senado cuando, al enumerar los combustibles de los que dependemos, gas, carbón, etc, olvida que también dependemos del 100% del uranio.

Además cuando afirma que no tiene sentido que estemos importando energía de Francia olvida que desde hace unos años España es exportadora neta de electricidad y que por lo tanto no dependemos de la electricidad nuclear francesa.

Lo que no tiene sentido es mantener abierta una central antiquísima, poniendo en riesgo la salud y la segurid de millones de ciudadanos cuando existen otras alternativas limpias, baratas y seguras.

Así se lo han hecho saber vía e-mail más de 6500 ciudadanos al Señor Zapatero:

http://www.ciberactuacongreenpeace.es//index.php?cyberid=47

Y le invito a usted hacerlo también.

Un cordial saludo.